"Si salgo de esta reunión de Doce Pasos y me atropella un autobús, no me lleven a otra reunión de Doce Pasos, llévenme a un hospital." - Padre Joe Martin (1924–2009)
Los programas de recuperación sí resuelven muchos problemas en la vida. Los Doce Pasos se han definido como una caja de herramientas de llaves que pueden ajustar cualquier tuerca. Muchos de nosotros venimos aquí para superar un problema y continuar con la vida. Para nuestra sorpresa, trabajar los Pasos tiene un valor más amplio. Leemos la literatura de nuestro programa una y otra vez no porque sea un placer, sino porque los Doce Pasos son una cura para todo. Leer es uno de los rituales que algunos de nosotros incorporamos a un estilo de vida de recuperación.
Pero como se ha mencionado anteriormente, no todos los problemas requieren de un Paso de Doce. Muchos problemas necesitan la intervención de un profesional y/o experto, algo que no podemos esperar encontrar en las reuniones. Puede que necesitemos un orientador, un terapeuta de relaciones, un psiquiatra, un entrenador o un médico. Porque el programa ha ayudado en más formas de las que imaginamos, corremos el riesgo de poner el programa de recuperación en un pedestal como una solución definitiva. Las autoayudas son más personas compartiendo su experiencia entre sí, no más y no menos.
La mayoría de nosotros tenemos problemas además de la adicción. Algunos de nosotros somos francos sobre lo que nos aflige y lo que estamos buscando. Algunos de nosotros guardamos esas cartas cerca del pecho. Los adictos tienden a necesitar más ayuda en otras áreas de la salud mental. El National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism informa que los alcohólicos tienen dos a tres veces más probabilidades de tener trastornos concurrentes de salud mental que los miembros de la población general.
¿Tengo expectativas realistas sobre mi programa y compañerismo? ¿Me he sorprendido a mí mismo hablando de la recuperación de Doce Pasos como una solución integral o una tienda única?